Muchas empresas creen que la clave para innovar es generar más ideas, pero el verdadero valor está en hacer mejores preguntas. Si no entiendes el problema, ¿cómo puedes estar seguro de que tu solución es la correcta? Aprende a evitar los errores más comunes en la innovación empresarial y cómo validar problemas antes de invertir en soluciones.
Hace un tiempo,
un centro de excelencia de un grupo económico importante en Perú nos buscó para entender cómo los gerentes generales de sus empresas aprendían. Querían fomentar una cultura de aprendizaje, pero cuando nos explicaron su reto, nos dimos cuenta de algo: ya tenían una solución en mente antes de entender el problema real.
Estaban desarrollando una plataforma de aprendizaje y solo querían saber "qué debía tener". Pero, ¿realmente los gerentes generales necesitaban una plataforma? ¿Era la mejor forma de aprendizaje para ellos? Realizamos investigación, entrevistamos a varios gerentes y descubrimos que la plataforma, tal como la imaginaban, no encajaba con sus necesidades reales. No se trataba solo de un canal digital, sino de repensar cómo entendían el aprendizaje en su contexto diario.
Este es un error común en muchas empresas: enamorarse de una solución sin validar si realmente resuelve un problema importante.
1. El error de enamorarse de la solución antes de entender el problema
Este patrón se repite constantemente. Empresas que creen que innovar es simplemente generar ideas y ejecutarlas rápido, sin invertir tiempo en entender si el problema que intentan resolver es realmente relevante. El resultado: desperdicio de tiempo, dinero y esfuerzo en soluciones que no generan impacto.
Un ejemplo extremo de este error fue Juicero, una startup que desarrolló una máquina de $400 para exprimir bolsitas de jugo. El problema: los usuarios podían apretar las bolsitas con la mano y obtener el mismo resultado sin necesidad de la máquina. Gastaron millones en una solución sin haber validado si realmente hacía falta.
2. La importancia de validar el problema antes de innovar
Antes de desarrollar una solución, es crucial responder a las siguientes preguntas con datos reales:
- ¿Existe realmente el problema que creemos que nuestra solución resuelve?
Validar con datos y observaciones directas es fundamental. - ¿El usuario es consciente de que esto es un problema para él?
Si el usuario no percibe el problema como una prioridad, la solución puede no ser relevante. - ¿El usuario está dispuesto a pagar o hacer un esfuerzo para resolverlo?
Incluso si el problema es real, si el usuario encuentra alternativas más simples o económicas, la solución puede no ser viable.
3. Cómo formular mejores preguntas para impulsar la innovación
La calidad de las preguntas que hacemos determina la eficacia de las soluciones que desarrollamos. Algunas estrategias para mejorar nuestras preguntas incluyen:
- Adoptar una mentalidad de principiante: Abordar los problemas sin prejuicios ni suposiciones previas.
- Cuestionar las suposiciones existentes: Desafiar el status quo para descubrir nuevas oportunidades.
- Fomentar una cultura de curiosidad: Incentivar a los equipos a preguntar y explorar constantemente.
El ROI de validar problemas antes de innovar
Muchas empresas creen que "no tienen tiempo" para explorar problemas a profundidad. Pero ignorar esta etapa tiene un costo mayor.
Un estudio de Forrester Research reveló que las empresas que implementan Design Thinking pueden lograr un ROI de entre 71% y 107% por proyecto.
Un gran caso de éxito fue Bank of America, que trabajó con la firma de diseño IDEO para desarrollar su servicio "Keep the Change". En lugar de partir de una idea predefinida, comenzaron observando el comportamiento real de sus usuarios.
Descubrieron que muchas mujeres de la generación boomer con hijos redondeaban sus pagos en efectivo para facilitar sus cálculos. Basándose en esto, crearon una función que redondeaba automáticamente las compras con tarjeta y transfería la diferencia a una cuenta de ahorros.
📈 Resultados: En su primer año, el programa atrajo a más de 2.5 millones de clientes, generando 700,000 nuevas cuentas corrientes y un millón de nuevas cuentas de ahorro.
Conclusión
La verdadera innovación no proviene de tener más ideas, sino de hacer mejores preguntas que nos permitan entender profundamente los problemas y desarrollar soluciones efectivas. Al centrarnos en la calidad de nuestras preguntas, podemos evitar errores costosos y generar un impacto real en nuestras organizaciones.
La próxima vez que tengas una gran idea, pregúntate: ¿Estoy resolviendo un problema real o solo ejecutando algo que suena bien en mi mente?
Si quieres que tu equipo aprenda a validar problemas antes de invertir en soluciones, descubre cómo con nuestros workshops de innovación. 🚀